Tras todo lo acontecido desde el terremoto y tsunami, Japón ha elevado un punto el nivel del alerta nuclear en la central del cuatro al cinco, un punto menos que la OIEA que lo ha situado en el nivel 6.
Desde que el pasado viernes Japón se vio sacudido por un terremoto y el posterior tsunami, se perdió todo el suministro eléctrico interior y exterior en los reactores de la central. Al fallar los sistemas de refrigeración, los reactores comenzaron a calentarse y empezó la pesadilla de Fukushima.
En Fukushima hay 6 reactores de los cuales en los 2 primeros el núcleo está descubierto, en los 3 y 4 tratan de refrigerar la piscina de residuos, y en los 5 y 6 sufren un ligero aumento de temperatura.
El problema es incorporar grandes cantidades de agua a los reactores más dañados con el fin de lograr controlar la temperatura de los reactores más dañados, para ello se emplean camiones de bomberos y helicópteros.
Desde el Gobierno de Japón se insiste en que aunque los niveles de radiación son altos, no son perjudiciales para la salud.
Los niveles de radiación de la planta nuclear habían descendido hoy después de
las operaciones de ayer, según la Agencia de Seguridad Nuclear nipona. Aunque se complica la
situación en
los reactores 5 y 6 que han experimentado un ligero aumento de la temperatura en sus piscinas de deshechos nucleares. El combustible nuclear debe estar cubierto de líquido refrigerante para que no se caliente. Si no, las barras que contienen el material nuclear (uranio o, en el caso del 3, también plutonio)
comienzan a 'derretirse' hasta que se produce la fusión del núcleo, con grandes emisiones de radiactividad. Se teme que en algunos reactores ya haya podido iniciarse la fusión parcial del núcleo. ELMUNDO
Todo el mundo está pendiente de Japón y sus habitantes, pues es asombrosa su cívica actitud de confianza en su Gobierno y su forma de afrontar el desastre. Son un modelo a seguir por muchos paises.
En cuanto a la extrapolación que se está realizando de la situación de Japón a otros paises de la UE, sería recomendable no tomar medidas precipitadas, sino esperar a ver cómo se desenlazan los acontecimientos. Pues plantearse cerrar de golpe todas las centrales nucleares sin tener previsto otra fuente real de energía, no será posible, si no es capaz de satisfacer todas las demandas energéticas.
Aunque sí será de agradecer es que se revisen los protocolos e instalaciones para asegurar nuestras instalaciones.
